El cacao vuelve a ser protagonista

cacao vuelve a ser protagonista

Como consecuencia de la Cumbre Mundial de Cacao que se realizará en Guayaquil entre el 20 y el 22 de mayo, se vienen publicando en varios medios distintas estadísticas relacionadas con el impacto que tiene la siembra de cacao. Para tener un antecedente y comprender la dimensión de la importancia de este producto en el Ecuador, existen 454,257 hectáreas cultivadas, según el censo registrado al año 2016 del INEC. Es un valor importante si consideramos que en extensión es el mayor cultivo del país, superando inclusive al banano que cuenta, en el mismo año, con aproximadamente 180,336 hectáreas.

Así mismo, este producto otorga trabajo de manera directa e indirecta a aproximadamente 150,000 familias vinculadas con el sector. Sin embargo, se vuelve indispensable revisar el histórico de producción de cacao y las adversidades que han pasado a través del tiempo. Si bien es cierto, el cultivo de cacao aumentó en los últimos cuatro años, de 372,637 hectáreas a 467,327 hectáreas, su precio ha sufrido altibajos de manera permanente. Al revisar los datos de los años 2016 y 2017, el precio del cacao tuvo una disminución considerable en el mercado mundial. Esta caída de precios se da, principalmente, por una abundante producción de otros países como Costa de Marfil. En lo que va de este año, el precio internacional del cacao permite al productor obtener hasta $100 por quintal, lo cual es superior y sustentable frente a los $70 que obtenía el año pasado.

Al cierre del 2018, el Ecuador mantiene el tercer lugar en el mundo como productor de cacao. En primer lugar, se encuentra Costa de Marfil con exportaciones de USD 3,258 millones; el segundo lugar lo ocupa Ghana con una exportación de USD 2,437 millones; y, en tercer lugar, se ubica nuestro país, que llegó a exportar 315,063 toneladas lo que originó un ingreso por exportaciones de $665 millones de dólares en el año 2018. Es importante destacar que el cacao ecuatoriano tiene como principal destino Indonesia, seguido de Estados Unidos, Malasia, Países Bajos, México, Bélgica y China. Este último, paulatinamente, se va convirtiendo en un mayor comprador sobre todo de manteca de cacao, la misma que sirve para elaborar productos químicos, farmacéuticos, cosméticos, a más del mismo chocolate.

En todo este contexto e independientemente de los altibajos de precio y producción, por lo que implica socialmente y en generación de trabajo y divisas para el país, la producción de cacao debe ser apoyada en una política pública integral. El hecho de que a través del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIAP), se mantenga una permanente investigación y desarrollo de variedades de cacao que sean más rendidoras, competitivas y resistentes, evidentemente ayuda a la sostenibilidad del precio de la obtención del cacao y a su competitividad para colocarlo en mercados internacionales.

Auguramos que en el evento mundial que se desarrollará en los próximos días, las ponencias nacionales e internacionales en relación con la experiencia desarrollada en el cultivo y comercialización de la denominada “pepa de oro”, así como el compartir la tecnología e innovación que se da para impulsar las distintas variedades de cacao, sirvan como elementos positivos para contribuir a mejorar la producción nacional y buscar trascender cada vez más en el mercado internacional con nuestro producto.

 

Originalmente publicado en diariopinion.com

Fotografía libre cortesía de byrawpixel 

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